1. Cambiar demasiado: Si cambias demasiado en tu sitio web, es posible que pierdas la identidad de tu marca y confundas a tus visitantes. Trata de mantener lo que funciona bien y solo realiza cambios sutiles y necesarios.
2. No tener en cuenta a tus visitantes: Es importante tener en cuenta a tus visitantes y asegurarte de que tu sitio web sea fácil de usar y navegar. Si tu sitio web es confuso o difícil de usar, es más probable que los visitantes se vayan.
3. No hacer pruebas antes de lanzar: Asegúrate de hacer pruebas adecuadas antes de lanzar tu sitio web rediseñado. Esto te ayudará a detectar y solucionar cualquier problema técnico o de usabilidad antes de que tus visitantes lo vean.
4. No tener en cuenta el SEO: Asegúrate de optimizar tu sitio web para los motores de búsqueda durante el proceso de rediseño. Si tu sitio web no está optimizado para el SEO, es menos probable que aparezca en los primeros resultados de búsqueda.
5. No tener un plan de transición: Si estás cambiando de un sitio web a otro, asegúrate de tener un plan de transición en su lugar. Esto incluye redirigir a tus visitantes a la nueva dirección de tu sitio web y asegurarte de que todos los enlaces y páginas importantes estén disponibles en el nuevo sitio.
